Ayer a las 5 am sonaban las alarmas en el sistema Metro de Caracas. Una nueva falla se suscitaba en la Línea 2. Los sensores del subterráneo detectaron una ocupación en los rieles y por tanto, los trenes redujeron la marcha.
Esa ocupación no era otra cosa sino el agua que se empozó, a raíz de los aguaceros del lunes por la noche.
No fue sino a las 7:30 am cuando, según una fuente del Metro, llegaron los gerentes de Material Rodante y de Electromecánica. A esa hora ya estaba el lío armado: retrasos y los andenes en su máxima capacidad.
Por ese evento, que colapsó el sistema hasta bien entrada la mañana, despidieron a los dos gerentes (uno de ellos, una mujer). El trabajo que debieron hacer a tiempo real era bombear el agua para permitir el paso de los vagones.
Todavía a las 10:30 am quedaban pozos, por ejemplo, en la estación Teatros, pero ya había servicio. Entre cinco y diez minutos tardaban las unidades, repletas de pasajeros, en llegar a sus paradas.
La Línea 1 sufrió el efecto dominó de esta falla, porque los usuarios llegaban en cambote. Por momentos en Plaza Venezuela, que es donde convergen las tres líneas, los andenes se colmaban hasta las paredes.
Operativo. El plan despliegue de más de mil funcionarios para rescatar, entre otras cosas, "la cultura Metro", se vio ayer, aunque con menos notoriedad que el día de su lanzamiento.
Había operadores cerca de los torniquetes y en los dispensadores de tickets. Igual se observaron funcionarios de la Policía Nacional en las entradas de las estaciones.
"No obstante eso no ayuda a solucionar todo el problema. Más bien aumenta la burocracia. Aquí la dificultad es por mantenimiento. Despiden a un gerente y meten a otro, pero si no hay continuidad en los planes no se logra nada", dijo Ismael Peña.
De la campaña recién inaugurada este lunes se vieron las marcas en el piso, muy cerca de la línea amarilla, de unas regletas negras donde se le sugiere a los pasajeros respetar las reglas.
"De hecho eso es lo único que he notado. Uso las líneas 1 y 3. Y hoy vi todo igual si lo comparo con una semana atrás: la misma gente y los mismos vagones sin aire acondicionado", comentó Keyla Gómez.
La gente también comenta que a los trenes les disminuyeron un vagón y, por tanto, no entran todos los que están en los andenes.
Lo otro es el tema de los aires acondicionados, que sigue siendo molestia. Pero, según los cálculos de la compañía Metro de Caracas, en diciembre se verán los cambios. Hay gente que igual manifiesta que no todo es tal malo. Por ejemplo, Karen Ramos le echó la culpa a la superpoblación.
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